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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

lunes, noviembre 20, 2006

VI. RELACIÓN ENTRE ACTORES

Dada la diversidad de formas de relacionamiento entre los actores IFAT, pensamos que una manera didáctica de describir cómo funciona el FT en la práctica, es a través de dos historias que nos permiten mostrar distintas facetas que se pueden presentar en la interacción entre los diversos actores del FT.

El FT y un producto sostenible

A las 4 horas de haber dado su último examen universitario, Antonio Padilla tomó el avión que lo trasladaría al remoto pueblo de Puerto Maldonado, en el departamento menos poblado del Perú, Madre de Dios. Una organización de comercio alternativo (cuyo significado aún no lo tenía claro) lo había contratado para trabajar con los recolectores de castaña. Simplemente se enamoró de esa calurosa tierra de gente jovial y amable. En cualquier momento podías subirte a una embarcación y estar en sólo media hora viajando por río en medio de la selva tropical, visitando los castañales, donde al pie de estos árboles majestuosos de más de 35 metros de altura, se cenaba en medio de historias increíbles y disfrutando de una paz que raramente se encuentra en las ciudades.

Sorprendió a Antonio el hecho que familias enteras se desplazaran todo los veranos para vivir en el más directo contacto con la naturaleza. La sabia naturaleza les ofrecía un fruto de potenciales oportunidades. Que su aprovechamiento no destruyera el medio ambiente natural, que mucha gente del campo de escasos recursos pudiera acceder a él y que además tuviera un mercado internacional.

Sin embargo, las condiciones del mercado internacional se han ido tornando difíciles para la castaña y los productores la estaban pasando mal. Candela Perú, la organización para la que Antonio entró a trabajar, venia desplegando esfuerzos para buscar mejorar esta situación a través de algunas estrategias que permitieran a los productores encontrar seguridad en la actividad. Éstas iban desde apoyo financiero sin intereses en el inicio de la zafra pasando por la creación de un centro de servicios para el procesamiento de sus productos hasta desarrollar subproductos de la castaña con valor agregado.

De la castaña, se podrían aprovechar el aceite, para uso cosmético y comestible; el coco, como recipiente natural reciclable; la torta como residuo de la extracción de aceite con un alto contenido de proteína y otros subproductos como mazapán, trufas, chocolates, galletas y otros más en base a la castaña.

Gabriela Méndez era la representante de Oxfam para América Latina. Conocía a la gente de Candela y, anteriormente habían realizado algunos pedidos de castañas y velas.

Sin embargo, no había viajado a Madre de Dios en los últimos tres años. En ese tiempo, se había creado la primera Asociación de Extractores de Castaña de Madre de Dios (ASECAM). Pensaron que seria una idea excelente realizar todo un programa de capacitaciones en aspectos de gestión empresarial a los líderes de la Asociación.

Viajó a Puerto y se entrevistó con el personal de Candela y dirigentes de la Asociación y acordaron impulsar una primera exportación de producto de la ASECAM, un caro anhelo de esta organización. Había muchos factores que creaban condiciones propicias para la realización de esta iniciativa. En primer lugar, la ASECAM contaba ya con una infraestructura de procesamiento básica, pero requería capacitación en aspectos técnicos de manejo de planta. Además de ello, Candela complementaría las fases de procesamiento, para lo cual la ASECAM no contaba con el equipo necesario.

Pero simultáneamente, los dirigentes de la ASECAM acompañarían todo el proceso administrativo de exportación, lo cual les serviría como aprendizaje práctico.

También se aprovecharía la experiencia que Antonio Padilla había tenido en varios talleres de capacitación en temas de crédito, organización y liderazgo, etc. Que había desarrollado para los miembros de la Federación Nativa de Madre de Dios (FENAMAD).

Finalmente, se realizó una primera exportación de 3 toneladas de castaña a Oxfam Inglaterra, que pagó un precio por encima del precio de mercado en ese momento. Todo el excedente generado por el producto de la ASECAM fue entregado a la Directiva para los fines que la Asociación considerara necesario.

También sirvió para fortalecer la relación entre Candela y la ASECAM, basado en una relación de transparencia. Y al mismo tiempo, permitió a sus dirigentes conocer todas las particularidades y dificultades que significa realizar una exportación.

Es una lástima que en el mundo del Fair Trade el consumo de castañas sea tan pequeño que no permita repetir esta experiencia con frecuencia para que el concepto vaya calando entre los productores, quienes efectivamente sentirían un impacto directo sobre sus economías. Esta es la razón por la cual el circuito no se cierra y Candela no siempre está en posibilidades de ofrecer un precio diferenciado a los productores.

Aun así en los tiempos de escasez, Candela Perú se mantiene al lado de los productores contribuyendo a encontrar soluciones a sus problemas.

Antes, en los tiempos buenos, apoyando a sus organizaciones y a ellos mismos de manera individual buscando diversificar sus actividades, apoyando sus iniciativas empresariales. Ahora, cuando los tiempos son difíciles, buscando mejores precios con la obtención de la certificación orgánica y el desarrollo de nuevos subproductos con valor agregado.

El FT y las artesanías

Mi nombre es Mauro Flores y soy natural de Quinua, un distrito del departamento de Ayacucho, en la Sierra Sur del Perú. Tengo 26 años, mujer y dos hijos pequeños.

Mi padre fue ceramista, al igual que varios de sus parientes. Empecé ayudando desde chiquito a trabajar la arcilla. Cuando ya pude trabajar y vender por mi cuenta le vendía mi producción a una señora que decía que tenia clientes en Lima y en el extranjero. No me pagaba muy bien y siempre me quedaba debiendo, pero eso no era noticia. A mi papá le pasó siempre igual y se preguntaba si no habría alguna forma en que las cosas cambiaran. Le contaron que había unos ceramistas que se habían juntado y habían formado la asociación Rasuhuilca.

Pensamos que podía ser una forma de lograr alguna oportunidad de contactarme mejor con el mercado. Pero antes de presentarme a la asociación, decidí esperar un poco para ver cómo les iba.

Era interesante ver cómo se distribuían el trabajo entre todos y los que más sabían les enseñaban a los menos diestros y todos se beneficiaban más o menos de igual manera de las oportunidades de trabajo. Hasta que se presentó un problema serio. Una compañía exportadora que tenia un pedido importante llegó y convenció al mejor de los ceramistas que se apartara de la asociación y que se dedicara exclusivamente a trabajar para ellos por un mejor precio. Además la compañía no le daría trabajo a nadie más que a él en esa comunidad. Él podía contratar mano de obra si quería, pero el trato era con él y no con la asociación.

Fue un golpe duro para el grupo, tardaron en retomar la confianza y algunos de ellos se retiraron. Es allí cuando apareció el artesano amigo que pertenecía a una asociación de tejedores que les habló de la CIAP, que era una organización de artesanos que ayudaba a los artesanos organizados a vender sus productos al extranjero. Pero no sólo se trataba de vender sino también de oportunidades de capacitación y financiamiento de materias primas. También se podía conseguir asistencia técnica para el desarrollo de nuevos productos y para mejorar los que hacían actualmente.

Rudy Salvator esperaba su vuelo para volar desde Milán al Perú. Él es el responsable de las relaciones con los productores en América Latina de su organización. Iba por tres semanas para encontrarse con varias organizaciones de productores y ATOS de Perú, Ecuador y Bolivia. Entre ellos, se encuentran los de la Asociación CIAP, donde había sido recientemente elegido como directivo Mauro Flores, quien lo había impresionado la última vez que visitó el Perú.

Fue Mauro, quien ganó el último concurso que convocó su organización para la búsqueda de nuevos productos para el mercado italiano. Fue con él con quien coordinó el taller dictado a 23 artesanos de cerámica por el experto en técnicas de glaseado, que permitió que los nuevos modelos de cerámica de Quinua, ahora puedan contener agua sin riesgo de que se filtre por la arcilla.

Aparte de las tareas de coordinación para el envío de muestras de los nuevos productos desarrollados por los productores y discutir el mecanismo para elegir a los dos productores que participarían en la feria de Verona dentro de 8 meses; también traía noticias difíciles de comunicar.

Su organización no podía seguir trabajando con tantas organizaciones de tantos países y tenían que racionalizar sus relaciones para ser más eficientes y reducir sus costos de operación. Era un asunto impostergable de supervivencia.

Esto significaba que el próximo año dejarán de comprar de seis organizaciones de esos tres países. Una dura decisión que afectará duramente a esas organizaciones, pero ha sido una decisión técnica buscando optimizar la eficiencia empresarial.

La buena noticia era que había resuelto el problema financiero y que no habría problemas para los adelantos de las órdenes de los próximos seis meses.

Eso no le preocupaba a Mauro, porque Rudi no sabía que ese impasse ya estaba resuelto porque CIAP se había inscrito en la Cámara de Compensación (Clearing House) de Shared Interest, organización de apoyo miembro de IFAT, que ofrece una gama de productos financieros exclusivamente diseñados para los miembros IFAT, que les permite obtener fondos adelantados a cuenta de órdenes de compra colocadas con los productores.

Lo que Mauro tenía como desafío era ampliar su cartera de clientes. Él sabía que las órdenes de las organizaciones del FT seguirían llegando, pero los productores tenían una capacidad de producción mayor y con los pedidos de ellos no era suficiente para lograr ingresos suficientes para los miembros de su organización.

Tenía con la inquietud de discutir la necesidad de desarrollar un plan para diversificar los clientes, buscando colocar parte de la producción a otros clientes extranjeros. No sabía muy bien qué se tendría que hacer para lograrlo, pero la necesidad era impostergable y había que discutirlo con los otros directivos. Ya sabía lo que era la incertidumbre, pero también recordó que muchos obstáculos ya habían sido vencidos en el pasado, y se sentía listo para enfrentarlos, una vez más.